Sorprendente ruta que oculta la propia fiebre del oro que se vivió en la Sierra de Gata durante tantos años. Estas minas de oro se encuentran escondidas en la frondosidad del bosque y por ello, siguen teniendo secretos por descubrir.
Además, podemos aprender diferentes enseñanzas de la zona y una cultura marcada por una historia llena de fantasía donde todavía se saborean las esencias de una vida donde el tiempo se paraliza y los olores nos transportan a épocas antiguas.
Es una ruta orientada a todas las edades para que la magia de buscar un tesoro o poder ver una pepita de oro siga en la ilusión de todos los visitantes.

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