La tradición oleícola en la comarca de la Sierra de Gata se remonta al tiempo de los romanos. Desde entonces, el cultivo del olivo y la elaboración de aceite han sido uno de los pilares fundamentales en la economía de la zona. Variedades autóctonas de olivo como la manzanilla cacereña y un respeto por la elaboración tradicional y ecológica de aceite han hecho de la Denominación de Origen Protegida AOVE Gata-Hurdes uno de los productos más cotizados.
El respeto a la tradición olivarera y el cuidado por el producto han creado aceites de grandísima calidad como el AOVE entre los que destacan Vieiru y El Lagar del Soto. El cuidado proceso de producción, tanto ecológica como convencional, con el que estas almazaras tratan sus productos han convertido el aceite serragatino en un verdadero tesoro gastronómico.